Colombia como Nación
En la GLODC hay síntomas de xenofobia. No es que rechacemos a los de otra parte porque nos parezcan indeseables. No es que los marginemos porque se vistan distinto o porque se peinen de otra forma. Cuando nos reunimos todos vestimos, o traje oscuro con saco y corbata, o guayabera blanca de manga larga; pero en Colombia existen muchas naciones, y ni los masones ni los colombianos hemos sido capaces de eliminar esas barreras. Por eso es que, como Nación, estamos jodidos.
Mi Logia Madre
Cuando entré a la Logia todo marchó bien. Eran de mi ciudad, todos conocidos, sabía dónde vivían, me sentía como en casa. Digamos que todos tenían las mismas costumbres mías. Y al mes siguiente viajé a Pereira, a presenciar una iniciación con varios de los maestros, a solo cincuenta kilómetros de mi ciudad. Al saludar no hubo problema. Abrazos aquí, abrazos allá. Pero me llamó la atención que no fueran abrazos dobles ni abrazos cuádruples, como los que recibí del Venerable cuando me enseñó la Palabra Sagrada. Ni triples, como los que nos damos en las comunicaciones escritas. Y cuando acabé de saludar me encontré solo, en medio de extraños, buscando como niño desamparado a los de mi Logia. Y en la masticación terminamos los manizaleños sentados con manizaleños y los pereiranos sentados con pereiranos.
Nuestras Costumbres
Cuando fui a Cartago, la misma cosa; y cuando estuve en un cumpleaños de la Institución en Cali, fue más evidente: caleños con caleños, cartagüeños con cartagüeños, Pereiranos con Pereiranos y manizaleños con manizaleños; caleños bailando salsa, cartagüeños y pereiranos tratando de hacerlo y manizaleños sentados, tomando whisky, con manizaleños. Se veía a las claras que los manizaleños somos malos bailando salsa y que los abrazos simples del saludo, entre profano y fraternal, forman parte de un protoritual, un ritual externo, sin corazón, que nos hace creer que somos hermanos. Tal vez a ese ritual le estaban haciendo falta dos abrazos. Y empecé a percibir diferencias en nuestras costumbres. Hasta aprendí que existe una diferencia sutil en el modo de hablar entre un manizaleño y un pereirano, que no alcanzan a captar los del Valle. Esa diferencia a ratos me hace sentir como distinto.
El Templo Social
Entonces decidí romper la barrera y, ya hecho Maestro, pedí permiso para reunirme en Logia con hermanos de otras ciudades. Así nació la Logia de Perfección Dagoberto Gutiérrez Suarez # 2, en la que aprendimos que en masonería, a pesar de las distancias y las sutiles diferencias en el modo de hablar, realmente podemos ser hermanos. Había salido del ámbito de mi Logia, y había extendido mi trabajo masónico al viejo Caldas y el norte del Valle. Ya estaba recibiendo de mis hermanos un doble abrazo, y entendí que en nuestro simbolismo yacen ocultas las ruinas de un templo social. Y empecé a soñar con una nación fraterna y democrática en el territorio colombiano.
Y este año empezamos a reunirnos, en un trabajo algo clandestino, con miembros de la Logia de Perfección de Cali que nos trajeron pan calentano y unas bolitas de manjarblanco que me hicieron sentir que mi sueño puede volverse realidad, y le encontré sentido al triple abrazo fraternal que decimos brindarle al hermano en el protocolo de nuestras comunicaciones escritas.
Q:. H:. LAM
DEC :. BEN:. Y RESP:. LOG:.
Nieves del Ruiz # 14
Vall:. De Manizales